domingo, 31 de julio de 2011

Inventario.

Haciendo un recuento de lo que he hecho en el año, leyendo publicaciones, borradores y repasando ideas casi olvidadas, me he dado cuenta de que he completado -en gran parte- lo que me había propuesto. Regresé a trabajar, salí de viaje, entré a estudiar y aprendí algo de fotografía digital (lo más básico), no he bajado ni un pobre kilo en todo el año, pero la gente me sigue diciendo que me veo más delgado (¿Cómo puede ser eso posible? No bajar pero adelgazar, ¿Dónde va todo ese peso que ya no se ve?), supongo que eso, de alguna forma, es un buen logro, he comido menos azúcar, he caminado mucho más que antes, conocí a personas entrañables, no he leído tanto como me gustaría.

Algo que he hecho este año -que al parecer me ha salido mucho mejor que el resto de las veces que lo he intentado- ha sido enamorarme, juro que esta vez fue accidental, juro también que es la mejor de todas, juro cuidarla en la salud y en la enfermed... A ver, espérense... Eso todavía no. Bueno, el punto aquí es que, al parecer -comprobado después de numerosos censos- es la única mujer en el mundo que no es posesiva, dramática, psicópata y aparte de todo, sabe perfectamente lo que quiere.

Esto fue algo que me propuse al ver la nimiedad de 2010 que me tocó. Decidí que este año sería uno de los mejores en mi vida y al parecer no me equivoqué. He dejado de hacer cosas importantes no solo para mí, sino para gente muy cercana, pero a pesar de eso, hoy puedo decirles que mi vida es mucho mejor que la que tenía hace un año, me siento tranquilo, feliz y tengo muchísimos planes que ya más adelante publicaré.