domingo, 7 de agosto de 2011

Síndrome de autodestrucción.

Si hay algo que me encanta en este mundo es el arroz. Después de eso amo saber qué van a hacer las personas, adivinar lo que piensan, cómo actuarán y la manera en que puedo manipularlas para mi beneficio. Al arroz, ya todos lo conocen, así que me limitaré a hablar del otro tema.


Por mucho tiempo, me he dedicado a observar el tipo de relaciones que tienen las personas que están a mi alrededor. No necesariamente tenían que ser personas cercanas, ser apenas conocidos era más que suficiente. He notado un patrón un tanto extraño en todas las relaciones en las que he, de algún modo, intervenido (inclusive las mías). Aún no sé el porqué de este comportamiento, imagino que años y años de telenovelas del canal 2 y esa serie de Mujer casos de la vida real, tiene mucho que ver.


He notado que en algún momento de la relación, por lo menos una de las partes empieza algo que yo he denominado "Síndrome de autodestrucción" (tal vez tenga un nombre científico mejor, pero este se escucha muy bien). Es cuando inconscientemente* empiezan a pensar en las miles de posibilidades que existen para que la relación se acabe, cuando ninguno de los 2 así lo desea. Empiezan a hacerse ideas, ver cosas que no existen, malinterpretar mensajes, buscar frases entre líneas, cualquier cosa que fundamente alguna de las razones para terminar.


No entiendo mucho esto, se supone que las dos partes están felices juntos, ¿Por qué empezar a destruir algo tan bueno? No veo la razón. Alguna vez, no hace mucho, me pasó, afortunadamente hubo alguien que me dijo las palabras correctas para esa situación: Relájate y disfruta. Y si pasara, pues para qué te amargaste desde antes.


Muy sencillo pero igual de atinado, no se amarguen la vida, dejen de pensar en cosas que no quieren que pasen y disfruten el momento, no busquen pretextos para estar mal con ustedes y las personas que los rodean.

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